El segundo pilar consistió en la automatización práctica de tareas recurrentes dentro del banco. Los participantes fueron guiados para identificar tareas de alta frecuencia y bajo valor, como la conciliación de datos o la generación de informes. Luego, se les enseñaron los principios de la Automatización Robótica de Procesos (RPA) para construir bots sencillos que ejecutan estas tareas. Este módulo práctico empoderó a los colaboradores para ser participantes activos en el viaje de automatización. Al capacitar a más de 50 empleados, Banco Activo ha creado una cultura interna de mejora continua, donde la propia fuerza laboral impulsa la automatización.